A partir de marzo de 2020, cuando se declaró el Estado de Alarma en el Estado Español a causa de la crisis sanitaria por el COVID-19, son muchas las organizaciones sociales que han tenido que adaptar (al menos en parte) su intervención al contexto online. Es posible que esto nos haya planteado el reto de adaptar nuestras actividades a un entorno digital y, sobre todo, repensar nuestras estrategias de captación, comunicación y participación de/con los diferentes destinatari@s.

Retos y oportunidades

Aunque trabajemos con un público joven, acostumbrado al uso de Internet y las Redes Sociales, puede que no estén tan acostumbrad@s a relacionarse con adultos o participar de nuestras actividades en el mundo online. A este reto, los profesionales debemos sumar otras dificultades que deberemos tener en cuenta a la hora de planificar nuestra intervención:

  • Falta de formación y de figuras especializadas en el uso de herramientas TIC. A este respecto, tendremos la necesidad de mejorar y/o actualizar nuestras competencias digitales.
  • No hemos podido planificar con antelación una intervención online. La crisis sanitaria nos ha pillado de improviso y nos hemos visto en la necesidad de adaptar nuestros proyectos de forma apresurada para no quedarnos sin actividad.
  • Muchos de los proyectos y actividades estaban a medias y hemos tenido que ver cómo darle continuidad en un nuevo contexto online, sin que hayan sido planificados para llevarse a cabo en el mundo digital.
  • Competir con la actual saturación de oferta en el contexto digital. El reto no es sólo hacer que nuestras actividades tengan visibilidad en un contexto de saturación de oferta, sino además respetar los necesarios tiempos de desconexión digital (ya que se ha incrementado exponencialmente el tiempo de uso de pantallas y ahora también será necesario planificar espacios y tiempos de desconexión).
  • Existencia de brechas digitales: de acceso y conocimiento. No toda la juventud tiene las mismas facilidades para conectarse o disponer de dispositivos. Así mismo, los niveles de conocimiento del uso de herramientas TIC pueden variar mucho de un/a joven a otr@.
  • La falta de tiempo en nuestro día a día, donde tenemos que mezclar las actividades y proyectos con otras labores de comunicación, gestión y/o coordinación.

Pese a estas dificultades, en el contexto actual también se nos plantean algunas oportunidades que podemos aprovechar.

  • Cualquier cambio importante nos obliga a revisar a nivel interno nuestra organización: proyectos, funciones, objetivos… Este es un aspecto importante pero que sin embargo en el día a día no solemos encontrar tiempo o no vemos la necesidad.
  • Podemos aprovechar para mejorar el impacto de nuestra comunicación digital: visibilizar campañas y actividades, aumentar interacción con l@s destinatari@s o aprovechar para llegar a otras personas a las que no solíamos llegar de manera presencial.
  • Ofrecer actividades alternativas y de calidad ante la saturación digital. En este sentido, la creatividad puede ayudar a ofrecer algo diferente y llamativo que destaque frente a la saturación de la oferta actual.
  • Respetar y fomentar tiempos de desconexión digital.
  • A partir de la necesidad de digitalizar procesos, mejorar la comunicación, u ofrecer servicios y actividades online, tendremos también la oportunidad de mejorar nuestras competencias digitales, comprendiendo un poco más la realidad fuertemente teologizada que vivimos hoy en día, entendiendo como se diseñan las principales herramientas o medios digitales, y aprendiendo el manejo de herramientas que nos podría permitir mejorar nuestra comunicación (tanto interna como externa) o sistematizar y optimizar procesos de trabajo o el diseño de nuestras actividades y servicios.

Difusión de actividades y captación de jóvenes en el ámbito digital

Uso de Redes Sociales. La mayoría de la juventud tiene perfiles personales y son activ@s en las principales redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, Tick Tock, LinkedIn…). Si está dentro de nuestras posibilidades, podemos contar con un perfil o página en estas redes sociales para difundir nuestras actividades y servicios, o contactar y captar jóvenes. Algunas posibilidades que podemos aprovechar podrían ser:

  • Usar los grupos. Puede que nuestro perfil o página no cuente con much@s contactos o seguidores/as, o que nuestras publicaciones no tengan el impacto deseado. Algunas redes sociales como Facebook o LinkedIn cuentan con los “grupos” donde hay comunidades de personas organizadas en cuanto a temas concretos: medio ambiente, deporte, un municipio o territorio… Darnos de alta para publicar en estos grupos puede ayudarnos a llegar a más gente y nuevos destinatari@s.
  • Usar jóvenes embajadores/as de nuestros servicios o actividades. Si ya tenemos un grupo de jóvenes que habitualmente acuden a nuestras actividades, o forman parte de nuestros espacios de participación, podríamos invitarles a que jueguen en un papel más activo en sus redes sociales de cara ayudarnos a difundir nuestros proyectos o captar más personas. Podríamos diseñar con este grupo de “embajadores/as” actividades de difusión y publicaciones en redes sociales para llegar a nuevos destinatari@s a partir de los contactos e influencia de éstos jóvenes.
  • Implicar a influencers. Puede que haya personas en las redes sociales donde tengamos presencia que sean referentes para las personas jóvenes a las que nos queremos dirigir. Quizás sea posible invitarles o implicarles de alguna forma para la difusión de nuestras actividades o la captación de grupos de jóvenes. Si esta es una estrategia que vas a valorar llevar a cabo, te recomiendo la lectura del artículo: Influencers: cómo buscar e implicarlos en tu campaña de comunicación.
  • Innovar en los formatos. En ocasiones, nuestras publicaciones no tienen impacto porque no consiguen llamar la atención ante la saturación de contenidos en Internet. En este sentido, nuestras publicaciones en muchas ocasiones son poco originales (habitualmente siempre siguen la misma estructura: texto + imagen + enlace). Quizás podamos probar usando otros formatos como memes, retos virales, vídeos, infografías, comics, presentaciones multimedia, testimonios de jóvenes participantes de nuestras actividades…
  • Anuncios de pago y contenido promocionado. Si tenemos presupuesto y podemos realizar pagos, puedes probar a crear anuncios en las principales redes sociales donde esté presente la juventud a la que te diriges. Crear un anuncio es un proceso sencillo y tiene la ventaja de dirigir la publicación a la audiencia que elijas (por territorio, edad, intereses o gustos…), con la ventaja añadida de dar a conocer nuestro perfil y la posibilidad de ganar seguidores/as.
  • Otros medios digitales. Además de las redes sociales, o de la posibilidad de contar con una página web para nuestra organización, área o proyecto, podremos usar otros canales y medios digitales como por ejemplo las Apps de mensajería instantánea (Whatsapp o Telegram) creando un grupo específico al que la juventud pueda suscribirse para recibir novedades en el móvil o participar de diferentes espacios informativos.

Conectar los espacios presenciales con los digitales. A menudo, podremos aprovechar espacios presenciales en los que ya están presente los grupos de jóvenes como los centros escolares o las asociaciones juveniles. Como técnic@s de un determinado proyecto dirigido a jóvenes, podremos hablar con este tipo de entidades para que nos cedan un espacio donde presentar nuestro proyecto o actividades. En el contexto escolar, es habitual aprovechar las horas de tutoría para presentar nuestros proyectos. Si en el contexto actual no podemos acudir presencialmente, quizás podamos pedir un espacio de presentación virtual a través de una videoconferencia si en el centro educativo o en las aulas es posible. O si esto no es posible, hablar con el profesorado y repartir folletos informativos para que el propio profesorado pueda transmitir la información, o colocar carteles en lugares visibles del centro educativo como las aulas o las salidas y entradas. Con respecto a las asociaciones, a menudo son más flexibles y también podremos pedir una reunión con los educadores/as, los grupos de jóvenes, hablar con las familias… y difundir nuestras actividades o realizar captación.

Los medios tradicionales no han desaparecido. Además de lo comentado anteriormente, debemos valorar los medios de comunicación tradicionales como carteles en lugares estratégicos, trípticos, flyers, envios postales… En la comunicación, ninguna acción sustituye a otra ni hay mejores o peores acciones, sino que tendremos más impacto en la medida que podamos llevar a cabo más acciones y complementarlas entre sí. Por otro lado, quizás también podamos aprovechar otros medios del municipio de alcance local, como periódicos locales o radios comunitarias.

Píldoras virtuales sobre temas de interés para la juventud. Podemos planificar sesiones cortas temáticas en diferentes aspectos que motiven e interesen a la juventud: videojuegos, música y baile, sexualidad…